Las personas acusadas de pederastia deben cumplir su condena y estar alejados de todo puesto de poder y de condiciones laborales, educativos y religiosos, y cerca de menores; el pederasta ejerce en sus actos poder, porque la persona se demuestra a sí mismo que lo tiene o es superior a su víctima; amenaza, intimida, chantajea y extorsiona, haciendo uso y abuso de su poder.
Indicó Latorre que la pederastia no es una enfermedad mental sino que ellos mismo deciden serlo, porque cometen este delito contra más de una víctima, además creen que los niños son activos sexualmente.
El diputado del PAN propone también que los acusados de pederastia tengan vigilancia permanente debido a que pueden reincidir; es necesario que tengan un localizador personal y terapia psicológica y farmacológica controladas por autoridad jurisdiccional; además las víctimas deben participar en programas psicológicos y de ayuda para superar la situación.
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