El Senado de la Republica aprobó anoche en lo general el plan B del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia electoral, con el voto a favor de la mayoría de los senadores de Morena y sus aliados, a excepción del coordinador Ricardo Monreal, que se sumó a la oposición en el rechazo de esa reforma.
Fue una jornada complicada y tensa para el grupo de Morena, ya que además de la posición de Monreal, en la Secretaría de Gobernación no se aceptaron todas las propuestas de cambio, y debieron acceder a la exigencia de sus aliados del Partido Verde y PT de reintegrar al dictamen las disposiciones que permiten la transferencia de votos a los partidos pequeños en candidaturas comunes, además de mantener los recursos públicos que no gastaron en el año fiscal correspondiente.
Son los dos controvertidos cambios que los diputados introdujeron a la iniciativa del presidente López Obrador y que el propio Ejecutivo descalificó.
Sin embargo, de no aprobarlos, el riesgo para Morena era no lograr los votos necesarios para aprobar esa reforma encaminada a reducir el costo y la obesa estructura administrativa del Instituto Nacional Electoral.