Recordó que se redujeron otra vez las actividades no esenciales y se definieron nuevas medidas restrictivas y operativos de supervisión; además se adoptó el uso obligatorio de cubrebocas con multas por incumplimiento, medidas impopulares que impactan la vida familiar y social, pero sobre todo la económica, pero son necesarias.
Llamó a la población a entender que está en juego es la vida de todos, y todos debemos poner de nuestra parte para superar esta situación tan compleja; ahora se viven las consecuencias de las fiestas y el desorden en semáforo amarillo y naranja por lo que reiteró la petición de no hacer fiestas ni reuniones, pues habrá sanciones a pagar en el predial.
Pidió la alcaldesa seguir las medidas de prevención con la misma paciencia y convicción con que se hizo en abril y mayo, guardando la distancia, evitando reuniones y fiestas, lavando las manos regularmente, usando cubrebocas siempre, y quedarse en casa tanto como sea posible, pues no debemos sentirnos inmortales, hay que ser conscientes del riesgo y no bajar la guardia.
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