Gadiel Adair es un niño especial de 6 años que vive con sus padres y hermano de 5, todos oriundos de Guadalupe y Calvo en la sierra; hace 4 años llegaron a esta capital en búsqueda de oportunidades; fue nombrado Policía Honorario, título que siempre anheló.
Por graves problemas de salud que se le detectaron a los 2 años, entre ellos un tumor maligno y metástasis pulmonar, la vida de Gadiel no ha sido fácil; las quimioterapias e ingresos al hospital Infantil parecen mermar más su salud y ganas de vivir.
En una ocasión el niño comentó a una enfermera su deseo de convertirse en policía, lo que le permitiría cuidar a su familia y a las demás personas; ella se contactó su hermana Sahira Coronado, agente de la Dirección de Seguridad Pública Municipal adscrita al grupo de Policía de Proximidad.
En una patrulla Gadiel fue llevado de su casa a la comandancia norte donde abordó la unidad blindada Black Mamba, el helicóptero Halcón I y conoció las instalaciones; fue recibido por sus compañeros policías y bomberos y el director de la corporación comisario Julio César Salas nombró a Gadiel Adair Arciniega Flores Policía Honorario, reconociéndolo como miembro de la corporación.
Ahí se le colocó la placa en su pecho, el máximo distintivo que se le otorga a un policía, y que, sin duda alguna, será un aliciente y un motivo para que Gadiel luche cada día contra la enfermedad que padece.